La brisa de media mañana, el verdor de las plantas de los Jardines del Castillo en Trujillo Alto y la música mexicana de fondo fueron parte del escenario del evento ”Raw Mexican Brunch” de la marca, de postres ”vivos” y saludables, Poliniza.
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Bajo el tema de un brunch de comida mexicana libre de cocción, característico de Poliniza, fueron servidos los platillos del menú, previamente anunciados por la chef y fundadora de Poliniza, Lina Castillo.
Como entrada principal, canastas de tomates rellenas de crocante ceviche de berenjena cruda, la cual fue marinada en limón, tomate, piña, cilantro y cebolla morada. A la vez, se acompañó por pequeños detalles de un sour cream a base de anacardos y orégano.
Seguido del plato fuerte: tacos al pastor con ensalada de carambola y aderezo de remolacha, sin nada de plantillas tradicionales o carnes. De sustituto una tortilla deshidratada de zanahoria, mangó y semillas de chía, cuyo relleno fueron setas (adobadas en jugo de naranja, limón, clavo, comino y recao), trozos de piña, pico de gallo, guacamole y un topping picante hecho de jalapeño, cebolla y cilantro.
En compañía de estos platos, el equipo de Poliniza ofreció agua fresca de sandia y pepino.
De acuerdo a Castillo, la idea de crear este tipo de actividad surgió en el viaje que hizo a México el pasado mes y las experiencias culinarias que allí tuvo.
”Estaba insegura del calibre de la comida vegana mexicana, pero los restaurantes veganos que visité, honestamente me encantaron. Además, la historia y cómo en México utilizan cada producto. Llegué y dije hay que sacarle partido a lo que uno aprende y compartirlo con otros”, explicó la chef.
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Como toque final a la experiencia crudivegana estilo México, los invitados degustaron postres de ”cajeta” con tres capas dulces. Una primera de anacardos, dátiles, sirope de maple con un toque de coco deshidratado entre medio. Otra de mousse de cacao orgánico, anacardos y cayenna. Y finalmente una cubierta de salsa de tamarindo.