La monja Sor Juliana Cruz y el bombero Ángel Robles son los dos puertorriqueños que clasificaron entre los 14 participantes de la primera temporada de la competencia culinaria MasterChef Latino.
Con un platillo de arroz con gandules, Cruz, vecina de Maricao, ganó comentarios positivos por parte de los jueces Benito Molina y Claudia Sandoval. Asimismo, el delantal para formar parte del equipo de chefs competidores.
’’Tiene un sazón muy bueno’’, comentó Molina.
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Otro que destacó fue Robles, quien se destaca en la estación de bomberos de Nueva York, y sorprendió a todos con sus destrezas en la cocina.
Ambos concursantes batallan por un premio de $100,000.
La competencia contará con los chefs Benito Molina, Claudia Sandoval y Ennio Carota, encargados de la evaluación de los participantes.