Con su imponente vista a la Bahía de San Juan, su variedad culinaria y su ambiente familiar, el Malecón de Cataño está cada vez más cerca de recibir una distinción que reconoce lo que muchos ya sabían: es uno de los destinos gastronómicos más dinámicos del país. Mediante el Proyecto de la Cámara 335, la legislatura evalúa convertir este emblemático espacio en una “Zona de Turismo Gastronómico”, medida que busca consolidar su potencial como eje de crecimiento económico y cultural para el área metropolitana.
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La propuesta, discutida en vista pública por la Comisión de Turismo, destaca el valor del también llamado Malecón Edwin Rivera Sierra como punto de encuentro para miles de visitantes cada fin de semana. Con más de 25 restaurantes, festivales periódicos y una oferta que combina cocina local e internacional, la zona ha evolucionado hasta convertirse en uno de los principales polos culinarios al aire libre de Puerto Rico.
La iniciativa legislativa contempla, además de la designación, una serie de incentivos y mejoras estructurales para respaldar a los empresarios gastronómicos establecidos, atraer nuevas inversiones y reforzar la identidad culinaria del espacio. Entre las propuestas se encuentra la creación de un itinerario turístico que conecte puntos clave como el terminal de lanchas, la Villa Pesquera y el propio malecón, integrando recorridos de degustación, experiencias culturales y festivales temáticos.
El Malecón, además de su oferta gastronómica, se distingue por su seguridad, infraestructura remodelada y vigilancia continua. Estas características han contribuido a que el espacio se consolide como un destino predilecto para el turismo interno, con el potencial de competir con zonas turísticas establecidas como Boquerón o Joyuda.
La iniciativa cuenta con respaldo legislativo multisectorial y con el interés de diversas agencias como la Compañía de Turismo y el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, que podrían intervenir para apoyar la ejecución del proyecto una vez se apruebe.
De concretarse la designación, Cataño sumaría una nueva carta de presentación a su creciente portafolio de atractivos turísticos, posicionando al Malecón como un modelo de desarrollo gastronómico sostenible, accesible y vibrante, al servicio tanto del visitante como del puertorriqueño que busca una experiencia auténtica junto al mar.
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