Si quieres que el pavo quede bien impregnado de sabor a ajo usando una brocha, el truco está en preparar una mantequilla o aceite infusionado con ajo que puedas aplicar varias veces durante la cocción.
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Aquí una receta sencilla, paso a paso:
Ingredientes para la brocha de ajo
- ½ taza de mantequilla (1 barra) o aceite de oliva
- 4–6 dientes de ajo (picados finamente o machacados)
- 1 cucharadita de sal
- ½ cucharadita de pimienta
- 1 cucharadita de orégano o tomillo (opcional)
- Ralladura de limón o un chorrito de jugo (opcional, para frescura)
Paso a paso:
- Infusiona el ajo: En una sartén pequeña, derrite la mantequilla (o calienta el aceite) a fuego bajo. Agrega el ajo y deja que se cocine suavemente unos 2-3 minutos, sin que se queme. Solo quieres que el ajo suelte su aroma y sabor. Añade sal, pimienta y las hierbas al gusto.
- Prepara el pavo: Limpia y seca bien el pavo con papel toalla. Puedes hacer pequeñas incisiones en la piel (especialmente en la pechuga y muslos) para que la mantequilla penetre mejor.
- Brochea antes y durante la cocción: Usa una brocha de cocina para aplicar generosamente la mezcla de ajo por toda la superficie del pavo, incluyendo debajo de la piel si es posible.
- Luego, durante el horneado, sigue brocheando cada 30–40 minutos para mantener la carne jugosa y llena de sabor. Si te queda mezcla, puedes recalentarla suavemente y seguir aplicándola.
Este método hará que el pavo no solo quede dorado por fuera, sino también sabroso, aromático y jugoso por dentro.
Si deseas, puedes acompañarlo con un relleno que complemente el sabor a ajo, como pan con hierbas, arroz con tocineta o yuca al mojo.