En la barra

Británico donó dedo a un bar para hacer un trago

En Canadá es famoso el "Sourtoe" se elabora con amputaciones de expedicionarios que sufren las consecuencias del congelamiento

La historia dice que en 1973 el capitán de un barco tenía muchas ganas de tomar y lo único que encontró en una cabaña abandonada fue un vaso de whisky, que en el fondo tenía un dedo de un pie momificado. Como sus ganas de beber eran más grandes que las ganas de vivir, lo hizo y le gustó.

Así nació el “Sourtoe”, que se ofrece en el bar del Hotel Downtown, de Dawson, solamente cuando llegan donaciones de dedos, los cuales duran mucho porque se usan en varios tragos.

Como las temperaturas son tan bajas no es raro que algunas personas, sobre todo exploradores, sufran el congelamiento de sus pies con la consiguiente pérdida de dedos que eso acarrea, y así le pasó a un británico hace unos meses.

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Nick Griffiths participó de la última versión de la prueba de resistencia “Arctic Ultra”, en donde los participantes deben realizar una caminata por el hielo de 480 kilómetros con temperaturas que llegan a los 30 grados bajo cero.

Al marino retirado le fue mal, porque no pudo terminar el recorrido al sufrir el congelamiento de sus pies que derivó en la amputación de tres de sus dedos, y uno de ellos era un pulgar, una de las piezas preferidas para preparar el “Sourtoe”.

Griffiths fue estabilizado, luego volvió a su país en donde le amputaron los dedos que en vez de botar, metió a un frasco con alcohol y mandó por correo al hotel canadiense.

“No podríamos estar más felices de recibirlos los dedos. Últimamente son muy difíciles de conseguir”, comentó Adam Gerle, gerente del hotel.

Pero no es cuestión de meter el dedo a un vaso y echarle whisky, no, antes es necesario momificarlos y para eso deben pasar seis semanas en sal.

Los “afortunados” que podrán disfrutar de los dedos de Griffiths primero deberán formar parte del exclusivo “Sourtoe Cóctel Club”, según informó el diario El País, y para eso deben besar un dedo luego de beber el destilado que lo acompañaba.

El valor del trago es de alrededor de diez dólares, pero el donador de los dedos lo puedo disfrutar gratis, y ya unas cien mil personas han disfrutado de la particular bebida espirituosa.

En caso de que un parroquiano se trague el dedo, lo que ya ha pasado, deberá pagar una multa de 500 dólares.

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