Recomiendo consumir el salmón salvaje en su dieta diaria. La diferencia entre el salvaje y el cultivado sería; el salvaje se alimenta de otros peces y el cultivado se alimenta de sobras y antibióticos. Este pescado es rico en omega 3, bajos en grasas saturadas y ricos en proteínas, su color anaranjado fuerte es el perfecto para demostrar su calidad.
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Hay una gran variedad de beneficios los cuales regula la presión arterial, refuerza la memoria, una visión saludable, reduce el colesterol, entre otros.
Ingredientes
- 5 filetes salmón salvaje con piel (6 onzas cada uno)
- Sal de mar y pimienta al gusto
- 1 lata de jugo néctar de tamarindo
- 3 cebollines picados
- 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
- 1 cucharadita de ajo molido
- ½ cucharadita sal de mar
- 1 cucharada jugo de limón
- 3 cucharadas salsa soya
- 2 cucharadas jengibre
- 2 cucharadas azúcar negra
- 1 cucharada almidón de maíz (maicena), diluida en 3 cucharadas de agua.
Procedimiento
Salpimentar el salmón con sal de mar y pimienta al gusto.
En una cacerola añadir el aceite y sofreír los cebollines por 3 minutos. Agregar el ajo, jengibre, salsa soya, jugo néctar, jugo de limón, azúcar y sal. Dejar hervir por unos 5 minutos. Aparte diluir el almidón de maíz con el agua y añadir mientras esté en hervor, hasta llegar a la consistencia deseada.
En un sartén a fuego alto agregar un chorrito de aceite de oliva y colocar el salmón con la piel hacia abajo. Cocinar por unos 4 minutos y voltear, cocinando por unos 4 minutos más. Agregar la salsa sobre el salmón y servir inmediatamente. Lo acompaño con un majado de malanga y ensalada verde.
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