¿Haz escuchado que lo mejor de la vida no se planifica, simplemente sucede? Pues de esto doy fe. Hace unos días estuvimos en el Viejo San Juan con el único plan de ir a un brunch.
“Levántate que el brunch se acaba a las 3:00 p.m.” y así comenzó todo. Ya caminando por las calles adoquinadas y muy llenas de turistas mi mentalidad cambió a una de disfrutar esta bella ciudad como si fuera la primera vez que la visitaba o como una turista. Comenzamos nuestra aventura sanjuanística en La Waffle-era Tea Room. Este restaurante tiene un aire colonial, es como si estuvieras en una época antigua acompañado de un menú exquisito. Ya con la carta en mano decidimos por los “green egg & ham” clara de huevo rellena de queso de cabra y pesto sobre prosciutto y “caneloide” waffle (queso crema, pecans, canela y maple syrup) dulce y salado, para mí es una combinación muy agradable a la hora deleitarse. Para completar toda la experiencia del brunch lo acompañamos con una mimosa de naranja. Ya con estómago lleno y corazón contento continuamos nuestra marcha.
Mientras recorríamos las calles tomamos muchas fotos del camino hasta llegar a otro local: Mercado La Carreta. En el restaurant nos sentamos en el bar y seguimos con el aire de mimosas. Tienen varios sabores, entre ellos: guava, tamarindo y parcha. Pruébalas todas, te encantarán. Luego de una interesante plática y mimosas, decidimos continuar con nuestro esporádico día y a solo unos pasitos de allí llegamos a La Tanca. Donde pusimos en práctica nuestros pasos de salsa y por supuesto, no puede faltar comerse unas empanadillas en La Vergüenza por eso se mantener la cintura… digo cultura.
Después de quemar calorías bailando, decidimos caminar sin prisa, por aquellas coloridas casas, que lo más seguro las hemos visto muchas veces pero este día tenían una belleza sinigual. Caminamos hasta llegar a Cannon Club Piano Bar ubicado en un colonial hotel llamado The Gallery Inn. Recién abriendo sus puertas nos ubicamos en el bar. Una vez allí pedimos 2 aperitivos: piquillo peppers rellenos de molida de pavo y hummus con pan pita. Mientras esperamos nuestros aperitivos, la bartender nos contó que el hotel tiene 60 años y el bar menos de 2 años.
Ya entrada la hora de cenar quisimos algo diferente y por esto llegamos a Phó, su especialidad es comida vietnamita. Su menú es sencillo y corto, por lo que rápidamente decidimos probar los “vietnamese noodles with chicken” y “vietnamese rice with chicken”. Nos sentamos al aire libre con vista al Paseo La Princesa y a disfrutar de la música en vivo que ofrecía la velada en este pequeño espacio.
Cuando terminamos de cenar nos miramos y coincidimos que hacía falta un rico postre de Casa Cortés. Acertamos, fue una delicia en cada bocado. Te recomiendo el “Dark Chocolate Brulée” es una deliciosa combinación de chocolate, caramelo y helado de tamarindo que hará que te quieras comer 2 o 3 del mismo.
Camino a nuestro destino, nos sorprendimos de todos los diferentes locales que tiene el Viejo San Juan. Restaurantes hay muchísimos solo hay que salir a caminar, entrar a degustarlos y disfrutar de su peculiaridad. ¡Te invito a que hagas tu propio día esporádico por nuestra vieja ciudad!
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Tripsn’Cities es una herramienta digital, creada por Katherine Rodríguez, con el fin de que las personas conozcan otras partes del mundo y sus culturas teniendo como referencia los lugares que Rodríguez ha visitado.