Mientras celebraciones y eventos sociales están restringidos o prohibidos por la pandemia al rededor del mundo, las burbujas de champán francés se evaporan.
La industria mundial, con sede en la región de Champagne, en el este de Francia ha registrado una caída en ventas de un tercio este año, lo que representa una pérdida sin precedentes de dos mil millones de dólares estadounidenses.
Se estima que unas 100 millones de botellas de champán dejarán de venderse a finales de año.
El Comité, ha iniciado negociaciones y en una reunión prevista para el 18 de agosto, se decidirá la cantidad de uva que se cosechará este verano para evitar un exceso de producción que podría provocar una caída en picada de los precios de las botellas.
Todos los cultivadores están obligados a adaptarse y no podrán ganar dinero con una cosecha que vaya más allá del límite que se decida.
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