Recetas

Refrescante y rico carpaccio de remolacha y melocotón

A María y a mí nos une un tema muy particular: la alimentación viva. Esa que busca plantear la gastronomía desde una vertiente no tan común; platos sin “cocción”, libres de productos procesados y de origen animal. Es decir, comida sanadora, vigorosa y de sabores intensos, que alimente los sentidos y nuestro bienestar integral.

La chef, que originalmente se dedicaba a la publicidad y fotografía, decide darle un giro de 180 grados a su profesión luego de realizar un viaje a la India que cambió desde entonces su perspectiva de la vida. Eventualmente estudia a fondo más acerca de la cocina crudivegana en la reconocida escuela de Matthew Kenney.

Hoy, dirige con mucha pasión su proyecto Marías Felices en Chile, el cual comenzó como un blog y actualmente se distingue por ofrecer variados talleres culinarios, de donde reconoce que tanto los participantes como ella, se retroalimentan a través de conocimiento, experiencias y testimonios. Finaliza, “mantengo vivo el sueño de que juntos podemos vivir desde el amor, empezando por transformar nuestro sistema de alimentación actual”.

Frase motivacional: “Hoy abrazo la vida y suelto todo lo demás para poder volar. Mientras más suelto, más alto puedo llegar”.

A continuación nos comparte una de sus fascinantes recetas crudiveganas.

Receta

Parmesano raw   

¿Qué necesito?

½ taza de semillas de girasol secas

½ cucharadita de cúrcuma en polvo

1/4 cucharadita de sal de roca

1 cucharadita de levadura nutricional (opcional)

¿Qué hago?

Procesa o licúa todos los ingredientes por pocos segundos hasta obtener un polvillo. Ten cuidado de no procesar demasiado porque se puede convertir en mantequilla.

Guarda el “rawmesano” dentro de un frasco de vidrio con tapa hermética en refrigeración.

Capraccio de remolacha con durazno

 

¿Qué necesito?

2 remolachas pequeñas

1 durazno duro

1 cucharadita de aceite de oliva

2 cucharaditas de zumo de limón

1 cucharadita de agave o miel de abejas

sal de mar a gusto

pimienta a gusto

¿Qué hago?

Corta los 2 extremos de las remolachas y con la ayuda de una mandolina, córtalas en láminas extra finas. Puedes utilizar un cortador de galletas redondo para cortar las láminas en círculos del mismo tamaño.

Dentro de un bol, combina el aceite de oliva, el limón, agave, sal y pimienta. Formando una vinagreta. Unta las láminas de remolacha dentro de la vinagreta y déjalas reposar por al menos 60 minutos. Idealmente dejarlo reposar de un día para el otro.

Para laminar el durazno, también utiliza una mandolina y rebánalo de costado. Teniendo cuidado al llegar a la semilla. Luego, da vuelta del durazno y repite el mismo paso. No es necesario que marines el durazno en la vinagreta.

Para montar el carpaccio, distribuye e intercala las láminas de remolacha junto con las de durazno. Una al lado de la otra. Espolvorea un poco de parmesano raw y disfruta.

Notas:

Las remolachas botarán mucha agua después del macerado. Puedes absorber el exceso de agua esparciéndolas sobre una toalla de papel o de tela antes de montar el plato para que no se forme una posa de agua.

Con el sobrante de la remolacha puedes hacer un zumo o convertirlas en sopa.

 

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