¿Cuándo fue la última vez que hiciste un roadtrip para ir a comer en algún rincón de la isla? Mejor aún, ¿cuándo fue esa experiencia culinaria que te tomó dos aviones y mucha planificación para ir? En esa adicción de viajar y comer no estás loco ni solo, somos muchos los turistas gastronómicos.
El viajar para comer se ha convertido en un estilo de vida para nuestra generación. Tanto así que los Millennials -según el Food Institute- estamos invirtiendo el 44 por ciento de nuestro sueldo anual en experiencias gastronómicas, la gran mayoría de ellas cuando viajamos fuera del país. Esto es un contraste enorme con la generación de nuestros padres (Baby Boomers) la cual fue más conservadora en sus decisiones financieras y su consumo mayor eran lujos materiales. Luego de ver esos stats, ¿te identificas?
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Ahora bien, el turismo gastronómico va mucho más allá que simplemente comer por comer o viajar para postearlo en las redes sociales. En una encuesta llevada a cabo por Top Deck Travel, resultó que para nuestra generación el probar la gastronomía auténtica del país nos ayuda a entender su cultura, nos hace parte de la historia y crea sentido de comunidad. Las experiencias culinarias se han convertido en la prioridad de nuestra demográfica y se han vuelto mucho más relevantes que fiestear o hacer compras. ¡Ahora los party son en el buffet!
Como dice el popularizado dicho, “procura colecciones momentos y no cosas”.
Por eso, ¿qué mejor que comer el plato típico de un país cuando viajamos? Las experiencias culinarias varían con cada bandera pero la nostalgia que se transmite nos ayuda a entender la cultura de esa nación a la cual estamos visitando. Es en ese primer bocado donde comenzamos a comprender las manos que trabajaron la tierra, la frescura de los productos del patio y la receta generacional que se siguió paso a paso. La emoción que surge, es totalmente adictiva.
Estas experiencias van más allá de los restaurantes, también existen las visitas a mercados, clases de cocina, tours guiados, barras escondidas, parques de food trucks, ente otros.
Han sido estas realidades los que me han motivado a crear herramientas y recursos para otros foodies viajeros igual que yo. En Puerto Rico y en otros países, existen un sin número de experiencias gastronómicas que no sabemos que existen, que solo los locales conocen o que simplemente no están curadas por verdaderos foodies.
Es basado en estos problemas donde nacen esta colección de artículos que estaremos compartiendo en Sabrosía Puerto Rico y las guías de turismo gastronómico de FOODIEcations, para facilitar y maximizar las experiencias de todos en el mundo culinario.
Si hay algo que puede mover nuestra economía y atraer al turista a nuestra isla, es la sazón de nuestras abuelas, las recetas de nuestras madres, el cuerito de lechón asado, el mofongo, la piña colada, las cebollitas del biftec y el traguito de ron bien tropical.
¿Hambre? ¡Te invito a conocer el mundo a través de la gastronomía!
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Paul E González Mangual es un escritor puertorriqueño, amante de la gastronomía de alta calidad, entusiasta del whiskey, adicto al café y fundador de FOODIEcations.