Desde que abandonó los lácteos, ya no le duelen las articulaciones. Todo lo contrario, disfruta de un cuerpo con más vitalidad, más nutrientes y plena consciencia.
Hablamos de Valerie Santiago, maestra de yoga, y quien complementa su practica y estilo de vida con una alimentación integral basada en plantas (consiste en consumir alimentos de origen vegetal desde su estado más puro, incluyendo el cuidadoso uso de sales, azúcares y aceites).
Su amor por la cocina nace ante la necesidad de comer más saludable y el deseo de relacionarse mejor con la alimentación. De hecho, destaca lo poderosas que son -mental y físicamente- nuestras elecciones al comer.
Entre sus preparaciones favoritas están las salsas como pesto, los postres -varios de ellos preparados con el sobrante de la leche de almendra- y la granola.
Santiago, quien también es propietaria de El Estudio (centro de yoga en el casco santurcino), enfatiza sobre la satisfacción de crear un plato desde cero y aprovechar los alimentos que la tierra provee. “Es bien bueno y gratificante poder disfrutar de algo que tu hiciste”, dice.
También, exhorta a educarnos más, soltar las relaciones negativas con la alimentación y a rodearnos de personas que nos apoyen.
Receta
Kale chips
¿Qué necesito?
Ingredientes:
1 racimo de kale (col rizado) Importante: que esté crocante y fresco.
1 cda levadura nutricional
1 cdta ajo en polvo
Pizca de pimienta de Cayena
¼ cdta comino
¼ cdta cúrcuma
Sal (opcional)
¿Qué hago?
Procedimiento:
Precalientar el horno a 300 F.
Cortar el kale en “chips” medianos (2” x 2”). Luego lavarlos, retirar agua (sin secar), permitiendo que estos permanezcan hidratados. Masajear las hojas para que se ablanden un poco (Santiago enfatiza en lo importante que es tocar tu alimento y ponerle energía a lo que vas a comer).
Condimentar con los ingredientes restantes.
Colocar las hojas sobre una bandeja con papel de hornear, procurar que éstas estén separadas unas de otras.
Hornear durante 15 minutos. Voltear la bandeja y hornear 10 minutos más.
Rectificar sabor con un poco de levadura nutricional y cúrcuma adicional.
Una vez alcance la temperatura ambiental, conservar en un frasco de vidrio que selle hermeticamente.
Tiempo de vida: 1-2 días