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David Firpo: el ejecutivo que cambió las finanzas por Chick-fil-A de Isabela

El nuevo operador aspira a liderar con empatía, compromiso y el valor de servir

Con una carrera consolidada en el mundo de las finanzas y la gestión operativa, David Firpo nunca imaginó que una visita a un restaurante Chick-fil-A en West Palm Beach, Florida, cambiaría el rumbo de su vida profesional.

Hoy, se convierte en el nuevo Propietario-Operador del restaurante Chick-fil-A en Isabela, Puerto Rico, donde aspira a liderar con empatía, compromiso y el valor de servir.

De San Juan al oeste de la isla

Nacido en San Juan y con fuertes raíces familiares en Cabo Rojo, Firpo representa una nueva generación de empresarios puertorriqueños que regresan a sus comunidades con una visión de servicio. Su paso por roles ejecutivos en diversas empresas lo formó en disciplina, estrategia y liderazgo, pero fue su encuentro con la cultura de hospitalidad de Chick-fil-A lo que despertó en él una pasión genuina por transformar vidas a través de un modelo de negocio más humano.

“Creciendo en Puerto Rico, siempre estuve rodeado de una cultura de calidez, resiliencia y comunidad – un espíritu que llevo conmigo todos los días”, expresó Firpo, quien asegura que su mayor motivación es crear un ambiente donde tanto empleados como clientes se sientan verdaderamente bienvenidos.

Un restaurante con propósito

La nueva ubicación de Chick-fil-A Isabela, situada en Plaza Isabela en la Avenida Militar, abrirá sus puertas el 26 de junio de 2025, con la promesa de ofrecer no solo alimentos de calidad, sino también oportunidades. El restaurante creará aproximadamente 120 empleos locales, contará con un servi-carro de varios carriles, terraza exterior y todos los servicios modernos de orden y entrega, incluyendo Uber Eats y catering.

Además, como parte de su compromiso comunitario, Firpo reconocerá a 100 héroes locales —entre ellos estudiantes de la Escuela Vocacional Dr. Heriberto Domenech y agentes de la Policía Municipal— con un año de comidas gratis. También planifica implementar el programa Chick-fil-A Shared Table, que redistribuye excedentes de alimentos a organizaciones sin fines de lucro.

Una apuesta por el servicio y la comunidad

Con el respaldo de su familia, en especial de su hija menor, David Firpo inicia esta nueva etapa como franquiciado con una misión clara: devolverle a su gente lo que la vida le ha dado. Su historia inspira por su autenticidad y por representar una evolución profesional que trasciende los números para enfocarse en las personas.

“Mi deseo es que cada persona que entre por nuestras puertas se sienta bienvenida y como en su casa”, afirmó.

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