La inseguridad alimentaria y el acceso a servicios de salud se perfilan como las mayores inquietudes de los consumidores puertorriqueños, según revela el estudio Radiografía del Consumidor 2025, presentado por la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA).
Los hallazgos, compartidos ante más de 2,000 representantes del sector en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, exponen la creciente dependencia de la población en programas de asistencia como el PAN y los planes médicos subsidiados, mientras los ingresos continúan rezagados ante el aumento del costo de vida.
De los 1,600 consumidores entrevistados, el 42% indicó que utiliza la tarjeta de la familia, incluyendo personas empleadas que, aun teniendo trabajo, no logran generar suficiente para cubrir las necesidades básicas. La presidenta de Lighthouse Strategies, Diana Rodríguez, explicó que tres de cada diez personas reciben un promedio mensual de apenas $103 para la compra de alimentos a través de su tarjeta del plan médico, lo que refleja la fragilidad de la economía familiar.
Riesgo ante posibles recortes federales
Uno de los datos más alarmantes del estudio es que un 48% de los participantes del PAN dijo que se vería gravemente afectado si se reducen los fondos asignados a este programa. Esta preocupación se intensifica en un entorno económico donde los gastos esenciales siguen en aumento. Tan solo en un año, el gasto mensual promedio por hogar subió de $2,733 a $3,013, mientras que solo el 39% de los encuestados reportó un aumento en sus ingresos.
“La realidad es que con el ingreso familiar promedio entre los $25,000 y $33,000 anuales, una sola persona trabajando difícilmente puede mantener una familia”, subrayó Richard Valdés, presidente del Comité de Radiografía del Consumidor.
Entre la salud y la comida
Aunque el 95% de los encuestados posee algún tipo de plan médico, la mayoría enfrenta limitaciones severas en cuanto a cobertura alimentaria. En muchos casos, las personas deben decidir entre gastar en comida o en salud. Esta tensión se intensifica ante el temor de que se reduzcan o se eliminen beneficios federales clave.
Además, el estudio muestra un cambio en la forma de consumir: los puertorriqueños están cocinando más en casa (98%), comprando de forma más planificada, y priorizando productos más económicos o duraderos. Sin embargo, estas estrategias no siempre logran compensar la creciente presión sobre sus finanzas.
Un consumidor más consciente, pero más limitado
La incertidumbre no solo modifica lo que se compra, sino cómo se compra. La gran mayoría de los consumidores planifica sus compras al detalle y evita productos considerados menos esenciales. A pesar del deseo de comer más saludable, factores como el precio, la disponibilidad y la recomendación médica determinan las decisiones de compra.
“La salud es un criterio determinante: 89% de los consumidores señaló que la razón principal al elegir bebidas sin alcohol es su impacto en el bienestar”, comentó Sara Ramírez, de Plaza Provision Company. Por ejemplo, el 50% de la generación Z indicó que ha reducido el consumo de jugos por razones de salud y precio.
El informe confirma que los programas de ayuda como el PAN y los planes médicos subsidiados son pilares críticos para miles de familias. Su posible debilitamiento podría representar un golpe devastador para la estabilidad social y económica de la Isla.
Radiografía del Consumidor 2025 no solo refleja un cambio en los hábitos de compra, sino un grito colectivo por atención y acción: sin respaldo, los hogares más vulnerables podrían quedar en la cuerda floja.